El pleno de la Junta resolvió aprobar sobre Tablas, con carácter resolutivo, la minuta presentada por la concejala Jazmín Galeano, por medio de la cual solicitó a la Intendencia que arbitre los mecanismos administrativos necesarios para regularizar el pago de las becas correspondientes a los meses de enero, febrero, marzo, abril, mayo y junio del presente ejercicio, adeudadas a la Escuela Taller de Asunción.
Recordó la edil que la Escuela Taller de Asunción funciona desde 1991, a través de un convenio entre la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) y la Municipalidad de Asunción y depende orgánicamente de la Dirección Gral. de Desarrollo Urbano, que incluye anualmente en su presupuesto el rubro 841 ‘Becas Escuela Talles’ por un total de G. 504.000.000.
Resalta que esta institución ofrece formación profesional a 70 jóvenes de entre 16 y 23 años en oficios vinculados a la construcción y restauración, con el objetivo de favorecer a su inserción laboral y social. Cada alumno/a recibe una beca mensual de G. 600.000 para cubrir pasajes y alimentaciones.
Cabe señalar que, desde este año, la Escuela Taller ya no cuenta con el apoyo de la Cooperación Española, que anteriormente proveía herramientas, materiales de práctica y uniformes, lo cual hace aun más indispensable la transferencia puntual de las becas por parte de la Municipalidad.
Las solicitudes de pago fueron presentadas en tiempo y forma, sin embargo, no se ha efectivizado el desembolso correspondiente a los meses de enero (G. 7.200.000), febrero (G. 23.744.000), marzo (G. 25.980.000), abril (G. 23.731.000), mayo (G. 17.065.000) y junio (G. 12.020.000).
“Es importante mencionar además que, si bien se obtuvo dictamen favorable para el pago, los expedientes fueron finalmente devueltos debido a la aprobación del reglamento interno de la institución, requerido por la administración, situación ya subsanada. Posteriormente, con la intervención municipal, ya no se pudieron ingresar los documentos correspondientes a los meses de abril y mayo”, señala parte del documento.
Señala que, como consecuencia directa de esta situación, numerosos alumnos se han visto obligados a abandonar la institución por no poder cubrir siquiera sus gastos mínimos de transporte y alimentación. “Esto no solo compromete seriamente el funcionamiento y objetivo social de la Escuela Taller (que constituye un espacio seguro para adolescentes de zonas vulnerables), sino que también interrumpe procesos clave como el aprendizaje de oficios, la continuidad de sus clases de Escolar Básica impartidas dentro de la institución, y los más grave, la interrupción del acompañamiento sicológico que muchos de ellos requieren debido a la delicada situación de salud mental por la que atraviesan”, puntualiza.
